sábado, 6 de abril de 2013

LO QUE NO ES ORACIÓN: ORAR EN BUSCA DE ADMIRACIÓN

Mateo 6:5 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.

Explicación para aplica- ción práctica: La búsqueda de la admiración de todos, sea para ser idolatrados, o para ser conocidos, o para causar una "buena impresión", es una tendencia muy enraizada en:

viernes, 5 de abril de 2013

LO QUE NO ES ORACIÓN: ORAR BUSCANDO SU PRESENCIA DEPENDIENDO DE LAS EMOCIONES Y DE LOS SENTIMIENTOS

Salmo 42:3 “Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios?”.

Explicación para una aplicación práctica: Es fácil olvidarse de Dios cuando se está en medio de la angustia y bebiendo lágrimas. También es muy fácil desecharle cuando, en nuestro entendimiento limitado, queremos contenerle en nuestras circunstancias para que Él se acomode a ellas. En el fragor de los días turbios, al final de la jornada, nos parece que el Dios en el que creemos es sordo y silente. Por nuestra necesidad de contacto y las fibras sensitivas en nuestro organismo psicológico, es lógico que en nuestro cuarto de oración queramos “sentir” Su presencia para ser fuertes e invencibles y proclamar: “¡Somos triunfantes en Cristo!”. En esta última expresión tendemos a decirla con un curioso acento épico. 

jueves, 4 de abril de 2013

LO QUE NO ES ORACIÓN: ORAR SIN CONSULTAR NI CONSIDERAR LA VOLUNTAD DE DIOS

Mateo 6:10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”.

Explicación para una aplicación práctica: Desde antes de la conversión propiciada por Jesucristo en el nuevo creyente, siempre ha existido una batalla por definir el parecer de la voluntad: Lo que aprecia la carne, y lo que designa el Espíritu. 

¿Puedo orar sin consultar Su voluntad? Claro que sí y nuestro Sabio y Eterno Dios lo permite para que aprendamos por medio de la disciplina familiar lo que es obediencia y dependencia (Ejemplos clásicos: Los profetas Jonás y Jeremías). El fruto de toda aflicción siempre será Su glorificación. 

miércoles, 3 de abril de 2013

EL EVANGELIO Y LA ORACIÓN: LOS OBREROS Y EL DENUEDO

[Comentario publicado para la campaña en Facebook: "SEÑOR; ENSÉÑANOS A ORAR (Lucas 11:1)"]

Ya hemos visto en temas anteriores lo que es la oración, los tipos de oración, y la aportación edificante y completa que ha dado nuestra hermana Miriam Torres, respecto a la oración e intercesión por la salvación de las almas perdidas. 

En este subtema solo quiero complementar muy brevemente la oración o petición de obreros y por el denuedo para proclamar el mensaje del Evangelio. 

Orar para enviar más obreros

Mateo 9:35-38 “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

Algunas observaciones: 

martes, 2 de abril de 2013

8 RAZONES POSIBLES POR LAS CUÁLES DIOS NO CONTESTA DETERMINADAS ORACIONES

A continuación una breve lista de las razones por las cuáles Dios no contesta nuestras oraciones.

1- Tener un corazón lejos de Dios

Mateo 7:6 “Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos de mí”.

Cuando solo estamos pidiendo sus bendiciones, o adorando sin ningún asomo de sinceridad, y no reconocemos Su paternidad, es una posible razón por la cual Dios no contesta nuestras oraciones. 

2- Cuando no se le perdona una ofensa a un hermano

Mateo 6: 14-15 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.

Nuestro SEÑOR Jesucristo nos insta a perdonar siempre a nuestros hermanos cuando se hayan arrepentido de sus ofensas. Principalmente porque amamos en Cristo: