sábado, 1 de diciembre de 2012

¿CRISTO SIEMPRE CUMPLIÓ LA VOLUNTAD DEL PADRE?

¿Es voluntad de Dios que se pierda alguno de los que creen en Jesucristo como SEÑOR y Salvador? Veamos lo que dice al respecto en las Escrituras:

Juan 6:37-40: “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”.

La Voluntad del Padre es que todo lo que es dado a Cristo, Él no pierda nada, tenga vida eterna y lo resucite en el día postrero.

Ahora ¿Cumplió siempre nuestro SEÑOR Jesucristo la voluntad del Padre? ¡Por supuesto que sí! Revisemos la Escritura:

Juan 5:19 “Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente”.

Juan 6:38 “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”.

Filipenses 2:5-8 “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

Jesucristo siempre fue perfecto en obediencia mientras estuvo en la Tierra, y lo es aún en los eventos futuros:

1 Corintios 15:24-28 “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos” (*1: Nota aclaratoria al final de este apunte).

Comento sobre la obediencia de Jesús hacia al Padre, porque si Él siempre ha hecho Su voluntad, ¿Cuánto más que cumplirá la expresa voluntad de que todo aquel que es dado a Jesús por parte del Padre no sea perdido? ¿Cree usted que Jesús permitirá que usted pierda la salvación de su alma y todas las bendiciones espirituales que esto conlleva? ¡De ninguna manera!

Conclusión: La voluntad del Padre, un decreto irreversible.

¿Quién puede frustrar los designios del SEÑOR? Nadie. Eso es imposible para el ser humano. Lo que Él decreta, se hace sin miramiento alguno:

Romanos 9:19b “Porque ¿quién ha resistido a su voluntad?”

Si el Padre determinó, conforme a Su voluntad, salvar al pecador por gracia y a través de la fe en Jesucristo, y que sea resucitado en el día postrero en Su venida ¿Quién puede oponérsele de que el cristiano sea guardado dentro de Sus propósitos? Es una voluntad determinada e irrevocable de Dios. Y nadie lo puede frustrar.

Romanos 9:15-16 “Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”.

Romanos 11:33-36 “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”.

¡Sólo a Dios la Gloria!
___________________________________
(1*) Anexo una nota aclaratoria para evitar conflictos contextuales o doctrinales, basado en el librito “¿CREEN LOS CRISTIANOS EN TRES DIOSES?”; de Herb Vander Lugt, Serie Tiempo de Buscar; Ministerios RBC; Pág. 26-27: “En este pasaje, Pablo nos dice que vendrá el tiempo en que Jesús habrá terminado Su obra como Mesías y Mediador. Mientras estuvo aquí en la tierra cumplió la ley por nosotros, pagó el precio de nuestro pecado y quebrantó el poder de la muerte. Hoy, es la cabeza de la Iglesia. En algún momento en el futuro, llevará a Su Iglesia al cielo en el arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18). Luego, regresará a la tierra a gobernar, tal como lo describen muchos de los pasajes del Antiguo Testamento (Isaías 2:1-4; 11:19; Jeremías 23:5,6). Después de Su reinado de mil años, terminará con la última de las rebeliones (Apocalipsis 20:7-19), castigará el pecado con el fuego, y creará nuevos cielos y nueva tierra (2 Pedro 3:10; Apocalipsis 21-22). Pablo declaró en aquel tiempo que Jesucristo, como Dios-hombre mediador, dejará Su lugar en el centro del escenario, se sujetará a Dios el Padre, y ocupará de nuevo Su lugar original dentro de la Trinidad, como antes de la encarnación. La única diferencia será que retendrá, por toda la eternidad, Su humanidad glorificada”.